Matatxerri
Fundamental en la vida de los pueblos era la cría de animales, no solo para el trabajo sino también para la alimentación familiar y, sin duda, el que no podía faltar era el cerdo.
Dependiendo de las necesidades de cada casa se criaban más de uno, los “añales” (criados durante un año) y “marzales” (criados desde marzo). Se alimentaban con la “calderada” compuesta por patatas, hojas y restos de verduras, pulpa…etc. todo cocido.
Antiguamente se llevaban al monte Muskilda y allí comían las bellotas de los robles.
En noviembre-diciembre ya estaban listos para el “matatxerri”.
Al punto de la mañana se juntaban la familia y vecinos para sacrificar al animal. Durante todo el días se iban haciendo las diferentes tareas morcillas, poner en “ajolio”(adobo), poner en sal y el embutido chorizo, txistor y birika, que se secaba en un palo largo llamado “haga”y una vez cogía el punto de secado se metía en escabeche o aceite para su conservación lo mismo que el lomo y la costilla. Los chorizos, que siempre se comían en ocasiones especiales, se guardaban entre el grano (cereal).
Normalmente, las mujeres mayores enseñaban a las jóvenes como hacer estos trabajos pero siempre había mujeres que se dedicaban a ir por las casas y a las que se llamaba “mondongueras”.
Era toda una fiesta y día de reunión familiar, incluso era una buena excusa de los críos
y no ir a la escuela.
También era costumbre mandar “el presente”que consistía en una morcilla, un trozo de tocino y otro de hígado. Se le daba a la gente con la que se tenía algún compromiso y también al cura, al médico…etc.
A veces uno se pregunta; entre lo que se comía el día en cuestión y “los presentes” que se mandaban…¿cuanto quedaba del cerdo?...